OPINIÓN

Sangre nueva

Señor Director: Lo del domingo no implica nada de fondo en relación con la batalla cultural en la que estamos. Debemos suponer que el apoyo a republicanos no es más que un voto desesperado de rechazo, facilitado por un gobierno dogmático, embriagado por un decadente colectivismo utópico y manifiestamente ineficaz. Las opciones políticas tradicionales se percibieron como acomodaticias y parte del problema.

Debemos partir de la base que lo sucedido no es necesariamente reflejo de la reafirmación de ciertos ideales y valores. Es simplemente un voto de desencanto, una forma sutil de golpear la mesa y decir «basta», Lo que sies destacable es la creación de una plataforma de acción política a nivel nacional con candidatos dispuestos a darla cara y la irrupción de sangre nueva motivada a participar de los asuntos públicos. El esta blecimiento de una empresa de acción polica de alcance nacional que atrae a una nueva generación es un logro formidable. Definitiva» mente, una fuente de inspiración para aquellas colectividades políticas que requieren reformularse para no caer en el olvido La principal responsabilidad del P. Republicano es ayudar alos caídos en esta contienda, los partidos de centroizquierda y de centroderecha. Su gran oportunidad como coalición política es liderar el fortalecimiento de los ideales republicanos, menoscabados por el absolutismo de la extrema izquierda; convertirse en una fuerza popular inserta en la realidad de la gente común, haciéndose cargo de sus frustracio s y desencantos; e impulsar la configuraón de una aspiración compartida y una. tidad nacional, basada en los valores de la libertad, la dignidad, la inclusión y la cohesión. Y quizás lo más importante, con uu Estado moderno y al servico de la gente, focalizado en los temas que realmende importan, como la seguridad y el crecimiento; con una hoja de ruta donde se revitaice el emprendimiento, la productivdad y la competitividad: y donde la sociedad civil organizada tenga un rol relevante.

El efecto deseado debiera ser establecer las bases para llegar a ser el primer país verdaderamente desarrollado de la región, donde la política se aprecie como la más noble actividad que un ciudadano pueda acometer y no como un oficio del que todos quisiéramos huir.

Debemos suponer que nada de lo anterior estuvo presente en la decisión de la mayoría al votar Republicano. La tarea está inconclusa la batalla cultural continúa y lo acontecido es solo un pequeño atisbo de la necesaria revitalización de la política en Chile.

Ahora bien, debemos agradecer al Presidente Boric que haya generado las condiciones para que la ciudadanía despierte de su letargo, NICOLÁS IBÁÑEZ SCOTT

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